ADA SALAS
Con la sangre
del Dios
tu cuerpo en estos muros. La limpia
matemática
de un cielo mineral. Tu corona
que siembra. El rumor
habitable de tu
respiración. Una celda
de luz. Si velas
junto a mí ya no me siento
sola. En tu
caleidoscopio
la ley del corazón.
La más secreta faz
de lo sagrado.
«Granada. Fresco», Ada Salas