CRISPIN JESSA
A diferencia de lo que se acostumbra a creer, el tarot no es solo un método de adivinación: también puede ser empleado como una guía para la reflexión personal que ayuda a profundizar en el autoconocimiento y, por tanto, a sacar mayor partido de las cualidades personales y a decidir qué camino tomar en diferentes momentos importantes de nuestra vida. Más allá de las múltiples teorías que giran en torno a su origen, hay algo indiscutible en esas cartas: los arcanos mayores y menores representan arquetipos, y se pueden traducir en situaciones probables y dinámicas de cambio. Al echar las cartas del tarot, no se abre ante nosotros un mensaje unívoco y directo, sino un conjunto de parámetros e ideas genéricas que pueden ayudarnos a reflexionar sobre el presente.