CALLE, CAROLINA
La cárcel no es sólo un infierno o una podredumbre, hay vida después de la reja. Allí, en lo más adverso cabe la esperanza, entra luz natural, la sonrisa es posible. La prisión es también un espacio para quedarse, para fugarse, una estación, un tránsito, el punto de convergencia de estas historias que capturaron a una cronista y atravesaron su vida.