JUAN CAMILO GALLEGO CASTRO
La pregunta de La grieta es inevitable. ¿Quién es el culpable de todo esto? ¿El que lanza la primera piedra?, ¿el que responde igual de fuerte a la ofensa? El texto responde: Todos eran culpables, incluso, todos eran cómplices de su invento: su guerra. Y luego reitera: Este no es un libro de la guerra, insisto, este es un libro sobre los sentimientos de dos familias que fueron muchas familias, otros tantos apellidos, de tantas vidas que no alcanza el papel para nombrarlas.
Realmente es la historia con respeto de Manuel Buitrago y de Ramón Isaza, los dos amigos que cantaban y bebían juntos, a quienes los separó el río que antes los unía, cuando las dos familias, los Isaza y los Buitrago, transformaron en odio a muerte el cariño que los unió de jóvenes.
Francisco de Roux