MILENA GONZÁLEZ
Durante mucho tiempo se ha mantenido la premisa de que los niños y las niñas deben pasarlo mal para aprender. Dicha idea viene acompañada de frases coloquiales como "que sufra para que aprenda" o "si no le duele, no aprende". No obstante, en respuesta a las consecuencias de un paradigma de crianza basado en el autoritarismo, han surgido formas de crianza opuestas, centradas en la permisividad y, en cierto modo, en la negligencia. Estas últimas se apoyan en premisas como "al niño no hay que ponerle límites, eso interrumpe el libre desarrollo de su personalidad". Es muy común tender a los extremos y es probable que esto funcione en situaciones límites, como eliminar hábitos que son perjudiciales para la salud, pero para la crianza no es lo idóneo. Si quiere descubrir los elementos clave para construir un apego seguro con sus hijos, ha llegado al libro indicado. La psicóloga y psicoterapeuta Milena González presenta en este libro la importancia de aprender a educar desde el amor que sostiene y los límites que protegen. El amor y los límites en la crianza van de la mano, no riñen entre ellos. Y lo uno y lo otro son tan necesarios para la salud emocional del niño como lo son el alimento y el sueño para su salud física.