LONDOÑO, CAROLINA / RUIZ, MATEO
Construido a partir de las historias de vida de las madres que hacen parte del programa de Hogares Sustitutos del ICBF, esta investigación periodística nos abre las puertas de sus casas, en las que deciden acoger a niños, niñas o adolescentes en condiciones de vulnerabilidad. Mientras estas mujeres entregan todo su tiempo y compañía, el Estado trata de resolver la situación de los menores de edad y restituir sus derechos; pero a la vez parece vigilar y dificultar la labor de las madres.
Estas crónicas retratan la labor mal remunerada de más de cinco mil mujeres en Colombia. Sin embargo, no asistimos a la lectura de una oda a su heroísmo sin capa. Los autores nos ayudan a entender las enormes dificultades que enfrenta la maternidad sustituta. Por un lado, el vínculo de amor profundo que surge entre la madre que cría unos hijos que no ha parido y de los que debe desapegarse tras la partida del hogar. Y, por otro lado, la precarización laboral en la que están sumidas: no reciben un salario ni prestaciones sociales porque su labor está sostenida en el marco de la voluntariedad.
Todo jardín necesita de una mano que lo cuide, que guíe su crecimiento, que contemple, admirada, su florecer. Con historias como estas podemos preguntarnos por esos gestos que cuidan, guían y abrazan, y qué hacer para que programas como el de Hogares Sustitutos sean cada día más justos y más humanos.